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La Ruta del Ferro a pie o en bici: una de las mejores rutas de Andorra

Si buscas una buena excursión en el corazón de Andorra, en la parroquia de Ordino, no debes perderte la Ruta del Ferro, a pie o en bici. Ambas opciones te conducen a lo mismo: una inmersión en la cultura de Andorra y su particular relación con el hierro, como nos indica su nombre (en castellano se llama la Ruta del Hierro).

Está considerada una de las rutas de senderismo o cicloturismo con más encanto del país, ya que es ideal para toda la familia y combina la naturaleza, en un entorno rodeado de montañas y oxígeno puro, con un recorrido inigualable por la tradición metalúrgica de Andorra. 

Ruta del Ferro en Andorra

La historia del metal en Andorra

A través de un recorrido de unos 4,2 km (8,4 en total, ya que es un circuito lineal de ida y vuelta) el paseante o ciclista puede disfrutar por un trazado que hunde sus raíces entre los siglos XVII y XIX, época del auge de la metalurgia en esta zona de Andorra

Así, durante el recorrido, con apenas 126 metros de desnivel, se pueden contemplar hitos como la mina de Llorts, de 30 metros de profundidad y apta para las visitas solo en verano (por cuestiones de seguridad). 

Inserta dentro de la Ruta del Hierro de los Pirineos (que incluye al País Vasco, Aquitania y Ariège), la Ruta del Ferro de Andorra se beneficia también del prestigio de la mención de honor del Consejo de Europa. 

De Llorts a La Cortinada 

Muchos viajeros se preguntan cómo llegar a la Ruta del Ferro. La respuesta es fácil: accediendo a la localidad de Llorts, de donde parte el Camino Ral, la ruta en concreto que conduce a La Cortinada, el punto final del recorrido antes de dar media vuelta para volver al origen. (Claro que hay quien se organiza para dejar el coche en ese punto y así no tener que hacer el recorrido de vuelta, aunque no es excesivamente largo y para muchos da más juego que solo la idea, por ser demasiado breve). 

Tras la visita, ya apuntada, a la mina de Llorts (cuya entrada se ha concertado previa cita en la Oficina de Turismo de Ordino), otro punto a tener en cuenta es el Camino de los Trajineros o Camí des Traginers. Se trata de un agradable y sinuoso camino por el que se transportaba, en el pasado, el hierro y que cuenta con una fuente de agua natural con tanto hierro que el color puede verse alterado. Mientras, si guardamos silencio, podremos escuchar el sonido del río Valira del Nord al descender por su cauce, que admiramos a placer porque está justo enfrente de la fuente.

Y también merece una visita el Centro de Interpretación del Hierro la Farga Rossell, donde el curioso senderistas podrá contemplar cómo se trabaja este metal en la era preindustrial y cómo se transformaba el mineral hierro en lingotes. 

El mejor románico de Andorra

Como aliciente para avanzar en esta ruta (por otra parte, amable y para todos los públicos) está lo que llega al final: La Cortinada. Un pequeño pueblo de postal en el que admirar su patrimonio arquitectónico, buena muestra del románico rural más genuino, que alcanza su máxima expresión en la iglesia de Sant Martí de la Cortinada, con su piedra rústica y pesada, así como una serie de retablos barrocos de considerable valor artístico.

Un lugar con encanto que hay quien prefiere disfrutar en más de una jornada. Para ello, nada más adecuado que el albergue de la Ruta del Ferro. Ubicado en el parque de la estación de Sant Joan de les Abadesses, ofrece un alojamiento cómodo y sirve como punto de partida estratégico para otras rutas cercanas, como la del Carrilet I, la Termal o la de Vall de Bianya. 

Por todo ello la ruta del Ferro en Ordino, Andorra, es una de las favoritas de los senderistas y cicloturistas con más criterio.